Al principio este nuevo estilo fue rechazado, pero en poco tiempo tanto clubes británicos como de otras partes del mundo adoptaron estos pantalones. “Todo funciona bien, los clubes tienen estadios propios, cuentan con infraestructura, todo el mundo se encuentra al día en sus pagos, la transmisión de los partidos por Apple llega a más de 100 países, la asistencia a los estadios se encuentra entre las 10 mayores del mundo”.