Fue la esencia de una elástica inmaculada en la que no había patrocinio. La verdad que a Fernando da un poco igual cómo le quede pero al pobre Jenson le han hecho una putada bien gorda. Hubo una época en la que el blanco era más que el color de una camiseta. Ahora, conscientes del enorme negocio que existe en torno a la venta de camisetas para aficionados, todos los años los clubes sacan dos o tres nuevos modelos para poder atraer más ventas por este concepto.