«Había un campo de tierra en Carabanchel, íbamos a entrenar todos los días. Y entonces se le acercaron dos niños que eran como usted hace 20 años, y que juegan en el mismo campo de tierra que lo hizo usted, y que vivieron donde usted, y que son usted, y alguien del club les dijo a esos críos que no y usted les dijo que sí. Y con la ilusión de lo que estoy viviendo ahora».