Pero la FIFA rechazó el plan de Argentina, y en lugar de eso el presidente de la organización, Sepp Blatter, sugirió que la camiseta 10 se otorgara al tercer portero, Roberto Bonano. El Bayern logró que el nombre, el escudo del club, y la camiseta blanca se mantuvieran, sin embargo, debieron utilizar pantalones cortos de color rojo oscuro. Para el Mundial de 2002, la AFA intentó enviar una lista con el equipo de 23 jugadores, con números del 1 al 24, y con el número 10 omitido.