El meta belga se ha convertido esta temporada en el ángel de la guarda del Real Madrid, un curso lleno de paradones salvadores con cumbre en la final de la Champions, donde dejó una exhibición quizás nunca antes vista en un partido de esa talla. Tanto en LaLiga como en Europa, el éxito madridista de esta 21-22 no se entiende sin los guantes de Courtois, que ha obligado a todos aquellos que no le incluían en los ránkings de mejores porteros del mundo a actualizar sus tablas.