Se trata del resultado de los 25 años de investigación científica sobre la cocina, un proyecto que comenzó el físico Albert Ribas i Suraus, actualmente jubilado y residente en Vic (Barcelona). Y es que, para él, la cocina era un territorio inexplorado en el que podían aplicarse técnicas y herramientas propias del mundo científico. De esta forma, es como si se “fundiera” con la tela, ya que a diferencia de los estampados de antaño donde se percibía al tacto el estampado y era fácil que se desprendiese, no ocurrirá así.