Las decepciones fueron el pobre bagaje goleador de los delanteros, especialmente de Negredo y Rodrigo, y la prematura eliminación en la Copa. No disputar competición europea beneficiaba la regularidad del equipo, que vio cómo su sólida defensa se convertía en un referente (Otamendi-Mustafi), su portero Diego Alves en uno de los mejores porteros de la liga, Gayà en la revelación y Parejo en el mediocentro más goleador.