Para ganar la presidencia el Favorito puso de cebo el fichaje (nonato) de Beckham; prometió levantar alfombras, pero no hubo nada; se alió en la Federación con el turbio Villar; apareció en China con un contrato de 150 millones en publicidad en las camisetas que no cristalizó; implicó al club en la campaña pro-Estatuto; aseguró que su cuñado no pertenecía a la Fundación Francisco Franco; desarboló la junta y ‘purgó’ secciones; protagonizó una rabieta en calzoncillos en el aeropuerto; fracturó la masa social; su director general, Joan Oliver, espió a miembros de la directiva…